La exposición “No hay escapatoria” reúne una serie de pinturas de 8 artistas. Las obras están reunidas a través del entendimiento de la pintura como un lenguaje que propone una forma particular de ver el mundo, a través de la manipulación de la imagen, que va más allá de su visualidad. Esta muestra tiene dos formas de acercamiento, por un lado el conjunto de obras propone que existe un amplio espectro de temas y técnicas distintas entre sí que elaboran un estado de la pintura contemporánea, y por otro lado, las sensibilidades y proposiciones particularidades de cada obra. Siguiendo esta segunda entrada, es posible identificar que los alcances de la pintura no solo se reconocen en función de la figuración de imágenes o el registro de imágenes, sino también del impacto de este oficio en temas como lo espiritual, lo abstracto, el realismo, la tradición, la experiencia urbana, la naturaleza, los símbolos y la materialidad de la imagen misma.
Esta muestra no es solo un ejercicio, sino una propuesta organizada por artistas con el fin de recuperar la experiencia colectiva de la pintura, muchas veces opacada por la relación íntima y directa que se gesta entre quien pinta y su lienzo. A través de este conjunto de obras, los espectadores podrán experimentar un recorrido de diversos estilos y formas de ver el mundo, sentirse distanciados o sentirse interpelados por el imaginario de cada artista.
Entender la pintura como una forma de pensamiento y también una herramienta para enfrentar los aspectos no visibles e indesibles de la realidad y la memoria es un ejercicio absolutamente necesario. No solo para quienes están interesados en la pintura, sino para todos aquellos que nos sentimos invadidos por imágenes, registros y reproducciones digitales.
